La comunicación es la única puerta segura que tenemos para ser parte de nuestra sociedad.
Y cuando tenemos la posibilidad de comunicarnos en varios idiomas, la puertas son aún más grandes en un mundo como en el de hoy.
Muchas familias tienen la oportunidad de tener varios idiomas o formas comunicativas en un mismo hogar. Y sin lugar a duda, debo decir que no hay mejor ambiente para crecer que el que tiene estas posibilidades que en la mayoría de los casos son brindadas por los papás.
Al momento de aprender a comunicarnos (hablar, leer y escribir) nos enfrentamos a un gran movimiento cerebral donde se ejercita el aprendizaje, la memoria, la asociación, la capacidad de observar, de analizar y muchas otras más.
Es por esto que, en muchos de casos, los niños que crecen en un ambiente de bilingüismo, la comunicación eficaz se demora un poco más en comparación con las personas que sólo tienen una forma de comunicación.
El saber reconocer que hay varias maneras de decirle a una misma palabra, diferenciar los sonidos y letras en un idioma u otro, genera que el proceso no sea inmediato, sobre todo para niños y niñas en edades cortas.
Pero no es un tema para preocuparse. Es el momento de entregar ese conocimiento y ese aprendizaje para su vida futura.
Está comprobado científicamente que los niños que desde pequeños aprenden varios idiomas al mismo tiempo, desarrollan una capacidad cognitiva mucho mejor. Y tienen mejores opciones para, por ejemplo, la resolución de problemas.
Como se evidencia en todos los temas de aprendizaje, para cada persona puede ser más fácil o difícil abstraer el conocimiento de uno o más idiomas y es allí donde se debe tener una atención especial para entregar el apoyo requerido, si fuera necesario.
Dentro de los patrones que se evidencian positivos en los niños bilingües está la adquisición de una mayor flexibilidad mental, mayor capacidad cognoscitiva. Y estos procesos que acarrearán un mejor futuro, no siempre se logran en los mismos tiempos. Por eso puede producir un retraso en el lenguaje, una interferencia en la capacidad vocal de cada acento o sonidos, y un menor grado de vocabulario en ambos idiomas.
Pero no se asusten. Si sus hijos están teniendo dificultades para aprender algún idioma, hay técnicas como las de Hablando con Julis para que estos resultados sean más rápidos e interesantes de encontrar.